viernes, 11 de octubre de 2013

Espanistan - Dormir en la calle tras perder tu vivienda: 750 euros de multa


Represión en forma de ordenanzas de "convivencia"
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, presenta una ordenanza de “convivencia” que sanciona y persigue con especial crueldad a las personas que se ven obligadas a vivir en la calle, mendigar o limpiar parabrisas para poder sobrevivir.
Ana Botella ha decidido criminalizar la pobreza que estigmatiza las calles de Madrid por medio de una ordenanza de "convivencia" ciudadana que es un ejercicio de sadismo institucional contra miles de personas que no poseen absolutamente nada.
En lugar de buscar soluciones al vertiginoso aumento de la exclusión social y la pobreza, el proyecto de ordenanza presentado por el ayuntamiento de Madrid opta por criminalizar y perseguir a las personas que se han visto arrojadas a la calle por un sístema radicalmente injusto. Así, la nueva ordenanza municipal contempla sanciones de 750 € por mendigar a la puerta de centros comerciales, oficinas, colegios u hospitales. 750 € es también la cantidad con que serán multadas las personas que ofrecen pañuelos en los semáforos para asegurarse un plato de comida o se vean obligadas a dormir en un banco. 1.500 € de sanción (el doble del salario mínimo) recibirán las personas que limpian parabrisas en semáforos y cruces viarios a cambio de unas monedas. Cocinar en la calle –un caso cada vez más frecuente, ya que hay familias enteras sin techo que usan pequeños infiernillos para calentar sus alimentos- también será sancionado con 750 €.
Es notable el ensañamiento de la corporación presidida por Ana Botella para con las personas excluidas por las políticas económicas y sociales que encarna esta señora y su partido. En una carambola siniestra el ayuntamiento primero expulsa a las personas de sus viviendas, como es el caso de los desalojos de la Empresa Municipal de la Vivienda, y después multa a las familias que se quedan en la calle tras truncar sus vidas. 
La norma no sólo sanciona la pobreza. Otras realidades del paisaje madrileño se verán afectadas; Madrid se suma a la persecución generalizada que practican los gobiernos municipales del PP contra los skaters prohibiendo el uso de monopatines en la vía pública, hasta el punto de haber sido expulsados de las calles de prácticamente todas las localidades regidas por el PP; la estética de estos jóvenes y sus gustos raperos no son bien vistos por la derecha.
El consistorio madrileño también multará a quienes den de comer a cualquier animal en la vía pública, criminalizando así una de las estampas más típicas y entrañables de la ciudad: ancianos y niños alimentando con migas de pan a palomas y gorriones en los parques de Madrid.
Todo esto en un país en el que, según datos del Instituto Nacional de Estadística, 1 de cada 5 personas se encuentra en situación de pobreza, 2.2 millones de niños pasan hambre y el 29.9 % de los hogares tiene impagos hipotecarios y corre el riesgo de sufrir un desahucio.

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